ATRACO EN LA CAJA RURAL DE VALDERROBRES
Un hombre a cara descubierta atracó ayer por la mañana la sucursal de Caja Rural de Teruel en Valderrobres de la que pudo llevarse una cantidad de 6.000 euros sin producir ningún tipo de daños materiales ni personales.
El incidente tuvo lugar sobre las 11:30 horas en las instalaciones de la Avenida Cortes de Aragón cuando entró por la puerta de la oficina un individuo de 1,75 metros de altura, entre 35 y 40 años, vestido con ropa convencional, y sin levantar sospechas por su indumentaria o su comportamiento.
Además, según explicó el director de la sucursal, Antonio Moragriega, no ocultó su rostro detrás de gafas, barba o bigote, aunque los testigos estiman que su pelo rizado podía ser un peluca y también se habla de cicatrices en el rostro.
A continuación se acercó a una de las ventanillas para pedir cambio de unos billetes que portaba y, mientras era atendido, sacó una pistola. En ese momento estaban dentro de la sucursal los cuatro trabajadores y un cliente. “Les ha dicho a todos que estuvieran tranquilos, que le dieran el dinero y no pasaría nada. Ha sido todo muy rápido, sin violencia y sin daños”, recordó Moragriega, quien se encontraba atendiendo una llamada telefónica y “no me he dado cuenta de lo que sucedía hasta que ha salido por la puerta”.
De todas formas, con la marcha del atracador no habían terminado las sorpresas porque el delincuente depositó una bomba de mano o granada en la puerta para impedir que nadie le siguiera. Sin embargo, la Guardia Civil determinó después que el proyectil no disponía de carga explosiva.
En motocicleta
Las fuerzas de seguridad han podido saber que el individuo, al parecer actuando en solitario, huyó con una motocicleta de gran cilindrada en dirección desconocida. La investigación se mantiene abierta sin que se hayan producido detenciones.
Moragriega comentó que las cinco personas que había en la Caja Rural de Teruel de Valderrobres permanecieron dentro de las instalaciones hasta la llegada de las fuerzas del orden porque “no era plan ponerse a investigar si la granada era buena o no, como tampoco sabemos si lo era la pistola”. Y es que “en estas situaciones tenemos claro que no hay que intentar hacerse el héroe”, apuntó.
Después del atraco, la sucursal permaneció cerrada al público para que la Guardia Civil pudiera trabajar con tranquilidad el escenario. “Ha sido muy rápido, pero el susto no te lo quita nadie. La preocupación viene después, cuando piensas si pudo pasar algo peor”, expresó el director de la sucursal financiera valderrobrense.
Hace un mes pudo actuar en Calaceite
El antecedente más cercano de robo a mano armada en una sucursal bancaria en pleno día y a cara descubierta se remonta al mes de abril en la oficina de Ibercaja en Calaceite, capital de la comarca del Matarraña junto con Valderrobres.
Además de la cercanía en lo hreferente al tiempo y al espacio respecto al robo de ayer también existen similitudes en cuanto al procedimiento, por lo que podría tratarse de la misma persona. En aquella ocasión, el pasado jueves 19 de abril, el individuo actuó a las 9:30 horas y los testigos presenciales aseguraron que portaba una peluca.
El atracador también mostró una actitud sobria y serena. Otra de las coincidencias reside en que antes de enseñar el arma pidió cambio, lo cuál le fue denegado en aquella ocasión. Entonces el botín ascendió a unos 11.000 euros pero se desconoce el modo en el que emprendió la huída.
(DIARIO DE TERUEL, 29-V-2007)
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