EL MATARRAÑA EXPERIMENTA UNA GRAN CRECIDA

El cauce del río llegó a desbordarse en algunos puntos entre los municipios de Beceite y Valderrobres.
Las fuertes y constantes precipitaciones registradas a lo largo de los últimos días en la Comarca del Matarraña han motivado que el río que da nombre a este territorio presentase ayer un aspecto torrencial en su cabecera y que llegara a desbordarse en determinados puntos de su recorrido entre los municipios de Beceite y Valderrobres.
Tras varios meses de sequía, los vecinos de Beceite y Valderrobres pudieron contemplar a lo largo de todo el día la gran crecida de este río, la mayor que ha experimentado el Matarraña desde las inundaciones de octubre de 2000 a su paso por ambos términos municipales.

El hecho de que las intensas lluvias -la madrugada del 21 de diciembre se alcanzaron los 140 litros por metro cuadrado en apenas 7 horas en Beceite y sus puertos- se hayan concentrado en la cabecera del río es lo que ha provocado los desbordamientos. Uno de ellos ha tenido lugar en el acceso al beceitano polígono El Toscar.
La crecida del río ha llegado, en algunas zonas, a escasos metros de las carreteras y edificaciones, como ha ocurrido en el acceso desde la pista del río Ulldemó a la carretera Valderrobres-Beceite (A-2412).
Otro de los riesgos que ocasionan las fuertes precipitaciones en esta misma vía es el de los posibles desprendimientos de piedras, que obligan a extremar la precaución en la conducción. Sin embargo, en esta ocasión no se ha producido ninguno sobre la calzada.
Las lluvias han sido recibidas por sus habitantes como una bendición ya que asegurarán las reservas hídricas del pantano de Pena durante los próximos cinco años. "Ya hacían mucha falta, porque la sequía empezaba a ser preocupante", confirmaba el alcalde de Valderrobres, Carlos Boné. En Beceite, a las 13.00 horas de ayer, los pluviómetros habían recogido 150 litros de agua caída por metro cuadrado. Por su parte, Valderrobres marcó 100 y Peñarroya de Tastavins, entre 60 y 70.
Las precipitaciones han sido muy beneficiosas para la agricultura y la ganadería. En dos días la cantidad de agua almacenada en el pantano de Pena se ha incrementado desde el 56% al 62%. Por otra parte, con estas precipitaciones se ha conseguido paliar la sequía que azotaba a la comarca matarrañense.
Las tormentas han coincidido con las labores de limpieza en el cauce del Matarraña a su paso por Valderrobres. El desbrozamiento y la poda de ramas secas se han visto interrumpidos por el crecimiento del nivel, "pero ayuda a que el propio río se limpie por sí mismo", comentó Boné.

(Néstor Tazueco, Heraldo de Aragón, 22-XII-2007)