Noticias de Valderrobres

Saturday, March 05, 2011

EXCAVACIONES EN EL CASTILLO DE VALDERROBRES

Las excavaciones en las despensas han encontrado indicios de una estructura anterior al siglo XII. Por su parte, el Pozo de la Mano Peluda es más profundo de lo previsto.

El Castillo de Valderrobres puede tener un origen más antiguo del que hasta ahora se presuponía, según los indicios descubiertos durante los trabajos de desescombro que la Fundación Valderrobres Patrimonial está realizando en las despensas y en el Pozo de la Mano Peluda. Hasta ahora se había situado su inicio a finales del siglo XII, cuando los primeros cristianos pobladores de la zona erigieron un torreón defensivo. Pero bajo el nivel de esta primitiva estructura han aparecido indicios de un suelo más antiguo, de forma que los investigadores apuntan que, a falta de un estudio más profundo y sosegado, la torre pudo haberse construido sobre los restos de un antiguo bastión árabe. No se descarta incluso que éste, a su vez, se construyera sobre los cimientos de una torre íbera, aunque esto ya es una mera suposición de Repavalde.
De momento, según Salvador Melguizo, arqueólogo director de los trabajos de recuperación, «se ha demostrado que en el siglo XII ya había una torre. Parece probable que hacia abajo haya algo más, pro hasta que no se excave no se puede asegurar».
Por su parte, los restos cerámicos hallados después de suprimir todos los escombros procedentes de la techumbre y de uno de los muros, aseguran una cronología que abarca desde el siglo XII hasta el XVI. Pero debe tenerse en cuenta que se han retirado cascotes de la última fase constructiva del Castillo, cuando ya era una fortaleza en el siglo XIV. «También se ha encontrado una moneda del siglo XVI, fecha por la que más o menos se deja de utilizar el castillo de forma continuada, tal y como ya conocíamos», explicó Antonio Monfort, secretario de Repavalde.
Lo que si parece claro es que las dos estancias excavadas estuvieron separadas por un muro en el siglo XIV. Así, para acceder a la despensa trasera era necesario atravesar un pasadizo, perfectamente conservado. Lo más llamativo de esta segunda sala es el pozo que orada varios metros la tierra. La excavación comenzó con la teoría de que podía tratarse de un silo de grano, pero durante el desescombro han aparecido los brocales de la estructura, lo que hace decantarse a los historiadores por la hipótesis del pozo de agua. Respecto a la segunda sala, se han encontrado los restos de una bancada que, adosada al menos a dos de las cuatro paredes, debieron contener repisas y baldas para los utensilios cotidianos.
Pozo de la Mano PeludaSi los trabajos en las despensas han ido como la seda, el Pozo de la Mano Peluda está planteando más dificultades de las inicialmente previstas. Para empezar, los investigadores creían que el pozo contenía unos dos metros de escombros, cuando en realidad la profundidad de los restos supera ya los cuatro metros, y aún se desconoce la profundidad exacta de la cámara.
En la superficie de la montaña de sedimentos han aparecido piedras, restos de sillares casi completos, madera, un cubo lleno de monedas con todas las que los visitantes han arrojado durante estos años… Y lo más llamativo, dos teléfonos móviles, el esqueleto de un perro y restos de materiales de hierro. Por ejemplo una azada de la década de 1930, un aro de tonel, y los restos de lo que bien pudiera ser el soporte de pared para una antorcha.
Algunos de estos restos fueron arrojados al pozo por niños valderrobrenses mientras jugaban cuando el Castillo se encontraba aún en ruinas. En cuanto al resto de materiales superficiales, Antonio Monfort sostiene que fueron arrojados a la cámara subterránea durante los trabajos de restauración de los años 1981 y 1982.
Pero por el momento, ni rastro de ningún pasadizo; si bien es cierto que aún quedan varios metros por desescombrar. Pero la calidad de los sillares y la minuciosidad con la que están colocados ha provocado recelos entre los historiadores respecto a la teoría de que este pozo eran las antiguas mazmorras. Por el contrario ha surgido una nueva hipótesis: una nevera. Esta idea se ve reforzada por la existencia de un saliente en cada esquina para apoyar una superficie de madera.
Para hoy está prevista una reunión entre la Fundación y los arqueólogos para diseñar la manera de proceder a partir de ahora. Especialmente en lo tocante al suelo de las despensas. En ese sentido, surgen dos posibilidades: seguir excavando buscando un nivel árabe anterior al siglo XII, o dejar este proyecto para futuras actuaciones.
(Alejandro Ribera, Periódico La Comarca, 4-III-2011)