EL PUNTO LIMPIO ENFRENTA A LA COMARCA Y AL AYUNTAMIENTO
El pleno del Ayuntamiento de Valderrobres ha aprobado por mayoría mantener la postura con respecto a la ubicación del punto limpio que defendieron durante la anterior legislatura. Los 11 ediles del actual equipo de gobierno votaron favorablemente para seguir defendiendo que el punto limpio de la localidad debe ubicarse en el polígono industrial.
De igual manera y con vistas a afrontar la presente legislatura, la entidad comarcal del Matarraña ha anunciado que también ejercerá un discurso continuista con respecto a esta controversia, argumentando que el mejor enclave para el punto limpio es la finca rústica adquirida en 2010. Con la voluntad de llegar a una solución que resulte lo menos dolorosa posible a ambas partes, las dos instituciones refuerzan sus argumentos y no dan indicios de ceder en ningún punto.
La vieja discordia El emplazamiento de la instalación del punto limpio en Valderrobres ha supuesto, desde el principio, una motivo de malestar en el seno de las instituciones local y comarcal. En junio de 2010 la comarca del Matarraña inició los trámites para adquirir los terrenos en los que se ubicaría el complejo del Área de Servicios Comarcales. En ese momento, el Ayuntamiento de Valderrobres se puso manos a la obra y empezó la gestión para que la entidad comarcal pudiera adquirir los terrenos correspondientes a la ampliación del polígono industrial Torre Sancho en la localidad. La cantidad económica que las arcas municipales valderrobrenses debían percibir por tal adquisición se sitúa en torno a los 92.000 euros, precio en el que se tasó la parcela de 2.200 m2 del polígono industrial. Por motivos de desaveniencias administrativas en la tramitación de dicha compra, el proyecto se paralizó y la comarca del Matarraña se vio obligada a devolver el importe económico de los 92.000 euros al Ministerio de Industria, entidad financiadora del punto limpio. A pesar de los retrasos y demás inconvenientes surgidos en el desarrollo de este proyecto, el Ayuntamiento de Valderrobres continuó defendiendo que la ubicación idónea para el punto limpio era el polígono industrial, idea que mantiene hasta la fecha. La institución comarcal se apresuró en buscar una alternativa a la inicial propuesta de instalar el punto limpio en el polígono industrial y, al margen del Ayuntamiento, adquirió una finca calificada como rústica cerca del casco urbano. En ella, la comarca del Matarraña planteaba llevar a cabo el Área de Servicios Comarcales, un proyecto integrado que incluiría, además del punto limpio, un servicio de gestión de basuras y un centro de empleo para personas con discapacidad. Para poder desarrollar dicha propuesta en los terrenos calificados como rústicos, la entidad comarcal necesitaba que el Ayuntamiento de Valderrobres declarara la iniciativa como de interés social. Al respecto el primer edil de Valderrobres, Carlos Boné, ha argumentado que «el consistorio está cumpliendo con la ley de urbanismo» y ha alegado que la legislación vigente debe ser acatada tanto por los ciudadanos como por las instituciones políticas. La posición defendida por el consistorio local está efectivamente amparada por la Ley 3/2009 de Urbanismo de Aragón, que regula en su Título I los usos y las posibilidades de urbanización en las diferentes catalogaciones y tipos de suelo. Para cuando el Ayuntamiento valderrobrense anunció su negativa a hacer una recalificación de terrenos de dudosa legalidad, la comarca del Matarraña ya había invertido 220.000 euros en la finca rústica y existían pocas posibilidades de dar marcha atrás. Además de este montante económico, la entidad comarcal tenía previsto invertir en el proyecto del Área de Servicios Comarcales un total de 800.000 euros que, según su presidente, Francisco Esteve, «mejorarían la calidad de vida de los vecinos del Matarraña».Mientras las sucesivas negativas de una y otra institución retrasan el punto limpio, ya hay municipios como La Fresneda que han ofrecido terrenos gratuitos a la Comarca. Pero, por ahora, la entidad comarcal mantiene Valderrobres como primera opción.
De igual manera y con vistas a afrontar la presente legislatura, la entidad comarcal del Matarraña ha anunciado que también ejercerá un discurso continuista con respecto a esta controversia, argumentando que el mejor enclave para el punto limpio es la finca rústica adquirida en 2010. Con la voluntad de llegar a una solución que resulte lo menos dolorosa posible a ambas partes, las dos instituciones refuerzan sus argumentos y no dan indicios de ceder en ningún punto.
La vieja discordia El emplazamiento de la instalación del punto limpio en Valderrobres ha supuesto, desde el principio, una motivo de malestar en el seno de las instituciones local y comarcal. En junio de 2010 la comarca del Matarraña inició los trámites para adquirir los terrenos en los que se ubicaría el complejo del Área de Servicios Comarcales. En ese momento, el Ayuntamiento de Valderrobres se puso manos a la obra y empezó la gestión para que la entidad comarcal pudiera adquirir los terrenos correspondientes a la ampliación del polígono industrial Torre Sancho en la localidad. La cantidad económica que las arcas municipales valderrobrenses debían percibir por tal adquisición se sitúa en torno a los 92.000 euros, precio en el que se tasó la parcela de 2.200 m2 del polígono industrial. Por motivos de desaveniencias administrativas en la tramitación de dicha compra, el proyecto se paralizó y la comarca del Matarraña se vio obligada a devolver el importe económico de los 92.000 euros al Ministerio de Industria, entidad financiadora del punto limpio. A pesar de los retrasos y demás inconvenientes surgidos en el desarrollo de este proyecto, el Ayuntamiento de Valderrobres continuó defendiendo que la ubicación idónea para el punto limpio era el polígono industrial, idea que mantiene hasta la fecha. La institución comarcal se apresuró en buscar una alternativa a la inicial propuesta de instalar el punto limpio en el polígono industrial y, al margen del Ayuntamiento, adquirió una finca calificada como rústica cerca del casco urbano. En ella, la comarca del Matarraña planteaba llevar a cabo el Área de Servicios Comarcales, un proyecto integrado que incluiría, además del punto limpio, un servicio de gestión de basuras y un centro de empleo para personas con discapacidad. Para poder desarrollar dicha propuesta en los terrenos calificados como rústicos, la entidad comarcal necesitaba que el Ayuntamiento de Valderrobres declarara la iniciativa como de interés social. Al respecto el primer edil de Valderrobres, Carlos Boné, ha argumentado que «el consistorio está cumpliendo con la ley de urbanismo» y ha alegado que la legislación vigente debe ser acatada tanto por los ciudadanos como por las instituciones políticas. La posición defendida por el consistorio local está efectivamente amparada por la Ley 3/2009 de Urbanismo de Aragón, que regula en su Título I los usos y las posibilidades de urbanización en las diferentes catalogaciones y tipos de suelo. Para cuando el Ayuntamiento valderrobrense anunció su negativa a hacer una recalificación de terrenos de dudosa legalidad, la comarca del Matarraña ya había invertido 220.000 euros en la finca rústica y existían pocas posibilidades de dar marcha atrás. Además de este montante económico, la entidad comarcal tenía previsto invertir en el proyecto del Área de Servicios Comarcales un total de 800.000 euros que, según su presidente, Francisco Esteve, «mejorarían la calidad de vida de los vecinos del Matarraña».Mientras las sucesivas negativas de una y otra institución retrasan el punto limpio, ya hay municipios como La Fresneda que han ofrecido terrenos gratuitos a la Comarca. Pero, por ahora, la entidad comarcal mantiene Valderrobres como primera opción.
(Emma Zafón, Periódico La Comarca, 10-X-2011)